Tomás Villalba

Ministro de Hacienda (1860–1861)

Tomás Villalba (Dolores, 1805 – Montevideo, 1886) fue una figura clave en el proceso de consolidación institucional y financiera del Uruguay del siglo XIX. Vinculado en su juventud al Gobierno del Cerrito como partidario de Manuel Oribe, desempeñó diversos cargos políticos y administrativos antes de consagrarse como uno de los referentes técnicos en materia económica de su tiempo.

Con una sólida trayectoria en la gestión pública, se desempeñó como Contador General de la Nación entre 1855 y 1858, función que lo proyectó hacia la dirección del Ministerio de Hacienda durante la presidencia de Bernardo Prudencio Berro, cargo que ocupó entre 1860 y 1861. En ese rol, Villalba lideró una etapa de modernización institucional y sentó bases fundamentales para la organización fiscal y monetaria del país.

En marzo de 1861, presentó ante la Asamblea General la Memoria del Ministerio de Hacienda, un documento central que expone las políticas económicas aplicadas en ese periodo. Bajo su dirección se buscaron mecanismos de equilibrio presupuestal, impulso al comercio y disciplina en la ejecución del gasto público.

Uno de los hitos más relevantes de su gestión fue su papel como impulsor de la adopción del sistema métrico decimal en Uruguay, junto a figuras como Adolfo Pedralbes y Arséne Isabelle. Esta transformación quedó plasmada en la Ley N.º 714 del 20 de mayo de 1862, que sustituyó el sistema colonial español por un modelo más moderno y racional, con gran impacto en el comercio, la industria y la administración fiscal.

Tras su etapa ministerial, Villalba asumió la banca de senador por Canelones y, en 1865, fue electo Presidente del Senado. Al producirse la renuncia del presidente Atanasio Aguirre en un contexto de profunda crisis nacional, el Senado lo designó Presidente interino de la República, cargo que ejerció brevemente con el objetivo de facilitar una transición pacífica durante el sitio de Montevideo. En esa función, negoció y firmó el acuerdo de paz con Venancio Flores el 20 de febrero de 1865, procurando evitar la repetición de la tragedia ocurrida en Paysandú.

Posteriormente, bajo el gobierno provisorio de Flores, Villalba retomó funciones técnicas al ser designado nuevamente Contador General de la Nación y Comisario General de Bancos. En esta etapa redactó el primer reglamento orgánico de bancos, considerado un texto de referencia para autoridades financieras y comerciantes por varias décadas.

Tomás Villalba falleció en Montevideo el 12 de julio de 1886, dejando como legado una gestión orientada al orden, la racionalización administrativa y la apertura económica, en un período clave de estructuración del Uruguay moderno.